Sistema
de plastificación de gutaperchas
La obturación del conducto radicular es la etapa última de un tratamiento
endodóntico. Al rellenar tridimensionalmente todo el espacio intrarradicular
con un material inerte y biocompatible, se logra aislar por completo los
conductos del resto del organismo, para impedir el paso de microorganismos y
sus endotoxinas hacia los tejidos periapicales y prevenir una reacción
inflamatoria.
Las técnicas de obturación con gutapercha termoplastificada, fueron
introducidas a finales de la década de los setentas y principios de los
ochentas, con el objetivo de mejorar la homogeneidad y la adaptación de la
gutapercha a las paredes del conducto.
son más exitosas cuando se emplea un cemento sellador capaz de
producir una película de un espesor menor a 12.7 μm para humedecer la superficie
de forma adecuada y en consecuencia facilitar un mejor sellado.
Sistemas de gutapercha termoplastificada producen alto porcentaje
de concentración de gutapercha para el sellado en la porción apical,
estableciendo una masa más uniforme que la que se produce con las técnicas que
emplean gutapercha fría, en su fase beta.
Entre las ventajas de estas técnicas se encuentran:
Aumento de la densidad de la gutapercha en la región apical. Mayor
fluidez en los conductos laterales. Disminución de vacíos. Mejor replicación de
la superficie radicular que con la técnica de condensación lateral. Producción
de una masa homogénea. Mayor adaptación a la dentina. Disminuyen el estrés
aplicado a la raíz. Los sistemas inyectables de gutapercha termoplastificada de
alta y baja temperatura, muestran mejores resultados que la condensación
lateral. Menor tiempo de trabajo.
Entre las desventajas se pueden citar:
Propensión a la extravasación del material obturador a través del
agujero apical. Aumento en la temperatura de la superficie radicular durante la
obturación. Mayor incidencia de extrusión que con condensación lateral. Algunas
técnicas de gutapercha termoplastificada inyectable, requieren de muy altas
temperaturas, 160 °C, para permitir su flujo en las paredes del conducto
radicular.
Propensión a la extravasación del material obturador a través del
agujero apical. Aumento en la temperatura de la superficie radicular durante la
obturación. Mayor incidencia de extrusión que con condensación lateral. Algunas
técnicas de gutapercha termoplastificada inyectable, requieren de muy altas
temperaturas, 160 °C, para permitir su flujo en las paredes del conducto
radicular.
Propensión a la extravasación del material obturador a través del
agujero apical. Aumento en la temperatura de la superficie radicular durante la
obturación. Mayor incidencia de extrusión que con condensación lateral. Algunas
técnicas de gutapercha termoplastificada inyectable, requieren de muy altas
temperaturas, 160 °C, para permitir su flujo en las paredes del conducto
radicular.
Algunas consideraciones para su utilización:
Es esencial el uso de un cemento sellador para lograr el mayor
selle posible. Se recomienda la remoción del Smear Layer (barro dentinario),
para mejorar la adaptación de la gutapercha caliente a la dentina preparada.